¿Cuántas veces nos hemos visto envueltos en una situación de "risa contagiosa"? Seguramente una indiscutible enorme mayoría habremos experimentado situaciones de este tipo. Sin duda, parece que la risa es una forma de "Cimiento Social" que unifica y cohesiona grupos sociales.
El psicólogo Leonhard Schilbach (Colonia) demostró que cuando una persona comienza a reirse suscita en las personas que lo ven una actividad en las neuronas implicadas en la contracción de los músculos cigomáticos (involucrados en la risa) incluso cuando éstos no se ríen. En síntesis, parece que se produce una preactivación de la actividad neuronal ligada a la risa por simple observación. Esto llamó la atención a Robert Cialdini (Texas), que demostró que si los programas de humor, tanto visuales como auditivos, contenían risas artificiales provocaban la misma conducta que la demostrada por Schilbach.
Además, Cialdini investigó los mecanismos de formación de opiniones. En este sentido, muchos de nosotros nos hemos visto contrariados a la hora de juzgar si un episodio de una serie cómica nos ha causado gracia o no. El estadounidense llegó a la conclusión de que las personas tienden a juzgar si un episodio resulta divertido en función de que otros lo encuentren o no de este u otro modo. En otras palabras, aquí entra en juego la aprobación social, un principio por el que forjamos nuestras opiniones y actitudes según una mayoría. Si la gente se ríe por un chiste, a mí me hará también gracia.
¿Y que beneficios muestra la risa para la salud?
La risa estimula componentes inmunitarios que están involucrados con la formación de gripes, resfriados y anginas. La ecuación parece simple: a más risa, menos enfermedades. Pero también parece que es un buen tratamiento para el dolor. Deborah Hudak y sus colaboradores averiguaron que las personas que previamente vieron una comedia, sufrían menos dolor al recibir una descarga eléctrica. Así pues, la risa produce un efecto analgésico para el dolor, ya que al reir, se producen unas endorfinas, de carácter natural y que son análogas a la morfina.
Por otro lado, parece que también produce efectos positivos en las funciones cardiovasculares y los estados de estrés. Sabina White y Phame Camarena (California) vieron como las secuencias de humor, reducían el ritmo cardíaco y bajaban la presión arterial. Pero, ¿cómo es posible?
- Por un lado, la risa actúa sobre la percepción del estrés, ya que produce un sentimiento de bienestar y de descanso. Esto propicia a su vez efectos positivos en el sistema cardiovasculares mediante la reducción de la adrenalina o el cortisol, que están relacionadas con el estrés.
- En situaciones de tensión extrema, la risa puede surgir como una salida, sin que entendamos bien por qué. Es probable que exista un cierto rédito medico en la risa frente a estas reacciones nocivas.
¿Y cómo se ve reflejado esto en bebés?
Hajime Kimata (Osaka) mostró a un grupo de madres jóvenes, que aún amamantaban a sus hijos, diversas películas. Hizo dos grupos, a uno les proyecto "Tiempos Modernos" de Charles Chaplin; mientras, el otro grupo vio un documental. Los hijos de todas las participantes sufrían eczema (una dermatitis dermatológica) debido a una alergia al látex y a los ácaros. Después de las proyecciones, los análisis registrados mostraron un aumento de la secreción de melatonina sólo en las voluntarias que habían visto la película de Charles Chaplin. Los niños se mostraron menos sensibles a los ácaros y al látex, y presentaron menos problemas cutáneos tras una toma de leche materna si su madre se había reído durante un pequeño periodo de tiempo.
En definitiva, todo lo expuesto apunta a que la risa tiene un efecto real y positivo sobre el organismo, y que pasa del estatus de simple entretenimiento al de terapia con efectos orgánicos observables.
Fuente: Guéguen, N. (2013). El poder curativo de la risa. Mente y cerebro. (60), 8-13
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