Percibir
el mundo a medias. Tocarlo, sentirlo, verlo. Imagínese que sólo puede ver todos
aquellos objetos que están situados a su derecha. ¿Podría imaginar durante
medio minuto en lo que sería sentir su ambiente de esta forma? Desde luego que
no es una tarea sencilla, debido a la automaticidad y naturalidad que mostramos
a percibir nuestro medio de una forma más entero.
En
esta entrada les quiero transmitir por medio de mis palabras lo que una persona
con heminegligencia percibe. Sé que es un reto difícil, pero pongámonos manos a
la obra.
Para
conocer bien lo que es este trastorno, voy a basarme en las aportaciones de
Muñoz-Marrón, Redolar-Ripoll y Zulaica-Cardoso, (2012). Así, La heminegligencia
–también conocido como neglect,
heminegligencia unilateral, heminegligencia izquierda o hemiinatención- es un trastorno neurológico que se caracteriza
principalmente por la incapacidad que se muestra en el paciente en dirigir su
atención hacia un hemicampo espacial contralateral a la lesión. Frecuentemente
está asociado a lesiones en la corteza parietal posterior, incluyendo regiones
cerebrales como el giro angular, el surco intraparietal, la unión temporoparietal
y el giro supramarginal. No obstante, se postula que es poco probable que un
daño focal sea razón suficiente para desarrollar este trastorno, incluyendo en
este caso el papel que ejerce la corteza frontal en el procesamiento de la red
atencional (Dankert & Ferber, 2006). Es un trastorno que, tal y como
describe Ringman y sus colegas (2004), aparece hasta en un 40% de los casos como
consecuencia de accidentes cerebrovasculares. Un porcentaje salvajemente alto
sin lugar a dudas.
De
hecho, la presencia de heminegligencia va asociada a una peor recuperación de
las habilidades motoras, un mayor tiempo de hospitalización y a una mayor
limitación funcional del paciente (Arene y Hillis, 1999; Buxbaum et al., 2004).
Además, cursa con anosognosia (falta de conciencia de enfermedad), por lo que
el objetivo inicial de la intervención debe ir dirigido a incrementar la
percepción que el paciente posee sobre sus déficits (Tham, Ginsburg, Fisher
& Tegner, 2001).
De
esta forma, los afectados por este trastorno presentan curiosidades como
afeitarse o maquillarse la mitad de la cara, vestirse solamente por un lado,
comer únicamente la mitad de la comida ubicada en el plato, o de ignorar
sucesos o personas que estén en el hemicampo visual afectado por la heminegligencia.
TRATAMIENTOS DE LA HEMINEGLIGENCIA
Además
de los tratamientos farmacológicos descritos por Sivan y sus colaboradores
(2010), hasta la fecha se conocen numerosos modos de intervención para paliar
los síntomas de este trastorno. Os quiero destacar algunos como el entrenamiento
en exploración táctil y visual, la estimulación vestibular calórica –utilizada
también en trastornos como el trastorno de la identidad de la integridad
corporal o apotemnofilia- la
inutilización del hemicuerpo funcional o la estimulación magnética transcraneal
(Pizzamiglio et al., 1995; Rubens, 1985; Miltner et al., 1999; Muñoz-Marrón,
Redolar-Ripoll & Zulaica-Cardoso, 2012). Veamos brevemente cuáles son las
características y los resultados más llamativos encontrados.
ENTRENAMIENTO EN EXPLORACIÓN TÁCTIL Y
VISUAL.
En
el caso de entrenamiento visual un ejemplo puede consistir en presentar dígitos
o letras en una pantalla de ordenador en diferentes posiciones (hasta en un
total de 48 según las aportaciones de Estévez y Fuentes, 1999). El paciente
debe nombrar dichos dígitos o letras y pulsar un botón de un teclado lo más rápido
que pueda.
En
el caso de la exploración táctil, el objetivo que se persigue es descubrir el
propio cuerpo por medio de las propias percepciones, como por ejemplo, la
percepción que se obtiene de tocar la cara, los brazos, o las manos.
Los
resultados que aportan Pizzamiglio y sus colaboradores en este tipo de
estrategia señalan una mejora en el rendimiento en tests estandarizados y en
escalas semiestructuradas para la evaluación funcional de la heminegligencia
durante unos meses.
ESTIMULACIÓN VESTIBULAR CALÓRICA
Esta
prueba consiste básicamente en proporcionar estimulación mediante agua fría ocaliente para provocar una respuesta refleja vestibular. Los resultados
encontrados por Rubens (1985) señalan una mejora en la habilidad para orientar
la mirada en el hemicampo visual contralesional y una pequeña mejora en la
anosognosia, de corta duración.
INUTILIZACIÓN DEL HEMICUERPO
FUNCIONAL
El
procedimiento que se utiliza es poner un cabestrillo en el miembro no afectado
para poder desarrollar un entrenamiento funcional del miembro afectado. Los resultados
del estudio de Miltner (1999) indican una mejora significativa en actividades
motoras que se mantiene durante 6 meses después del tratamiento, pero no más
allá.
ESTIMULACIÓN MAGNÉTICA TRANSCRANEAL
Debido
a la insuficiencia de las mejoras en el tiempo de las anteriores técnicas, se
optó por procedimentar una técnica que redujera la sintomatología de la
heminegligencia. La Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) es una
prometedora técnica en este caso, si bien la literatura señala que debe ser
considerada como una técnica de intervención que debe ser utilizada junto a las
terapias convencionales. Pero, ¿qué es la EMT?
Es
una técnica que permite activar o interferir determinadas funciones cerebrales
mediante un procedimiento no invasivo, a través de un campo magnético cuya
función es penetrar fácilmente el cráneo y que induce una corriente eléctrica –cuyos
parámetros pueden variar en intensidad, frecuencia, etc.- en el cerebro,
consiguiendo efectos a largo plazo, que no es posible lograr por medio de las
terapias convencionales.
¿Y
qué se hace exactamente con este tipo de técnica?
Para
entenderlo de una forma muy simple, voy a desarrollar el modelo de rivalidad
interhemisférica de Kinsbourne. En dicho modelo se expone que en condiciones
normales, existen una serie de conexiones transcallosas entre los dos
hemisferios cerebrales. Al estar en estado de reposo, se muestra un equilibrio
entre ambos hemisferios, pero cuando hay algún tipo de estimulación, dicho equilibrio
se rompe, volviéndose la activación cerebral asimétrica. Es decir, si le
presento a usted un estímulo en su hemicampo visual derecho, tendría una mayor
actividad en el hemisferio izquierdo. Cuando esto ocurre, su hemisferio
estimulado suprime la actividad de su hemisferio derecho a través del cuerpo
calloso.
Pero
en el cerebro de una persona que padece heminegligencia, existe un
desequilibrio entre los dos hemisferios. Así, el hemisferio dañado no puede
inhibir la actividad del hemisferio preservado, provocando una hiperactividad
del hemisferio sano que a su vez provoca una hipoactividad del hemisferio
lesionado.
De
esta forma, la administración de la EMT en ambos hemisferios para compensar esa
doble activación, sería la que proporcionaría los beneficios terapéuticos en el
paciente, mejorando los déficits atencionales característicos del trastorno.
EXPLORACIÓN NEUROPSICOLÓGICA
Antes
de continuar, quiero exponer que nunca he tratado a personas con
heminegligencia. Unicamente me baso en las aportaciones que pueden conseguirse
en la literatura, por lo que desconozco si hay algún tipo de exploración que se
adapte mejor que lo que he encontrado a través de las bases de datos.
Así,
se puede emplear un protocolo general donde se evalúa la memoria visual por
medio del test de la figura de Rey y las funciones ejecutivas por medio de
secuencias de números-letras y por medio del Test de Clasificación de Tarjetas
de Wisconsin. Si se pretende realizar un protocolo más específico para poder
evaluar la atención visoespacial a través de pruebas como el test de las
campanas, la copia de la figura de Odgen, o por medio del test de bisección delineas (Line Bisection)
(Line Bisection) |
CONCLUSIONES
El
neglect es un trastorno neurológico que debido a su alta prevalencia en
pacientes quienes han sufrido accidentes cerebrovasculares (40%), presenta una
serie de terapias denominadas convencionales, cuyos resultados son positivos,
pero que no se mantienen demasiado en el tiempo. Surge como complemento a
dichas terapias la EMT (estimulación magnética transcraneal), cuyos resultados
hasta la fecha son bastante prometedores.
No
obstante, es muy importante realizar una exploración neuropsicológica tanto general
como exhaustiva, para conocer de una forma más precisa los detalles de la
afectación del trastorno en el paciente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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Muñoz-Marrón, E.,
Redolar-Ripoll, D. & Zulaica-Cardoso, A. (2012). Nuevas aproximaciones terapéuticas
en el tratamiento de la heminegligencia: la estimulación magnética
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traumatismo craneoencefálico. Neurología.
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Available at:
http://www.cpraviles.com/materiales/ProgramaEstimulacionMultisensorial/html/tactil.html
[Accessed 24 Sep. 2015].
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Pizzamiglio, L., Antonucci, G., Judica, A., Montenero,
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Miltner, W.H., Bauder, H., Sommer, M., Dettemers, C.
Taub, E. (1999). Effects of constraint-induced movement therapy on patients
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